Apple Pie

Mi cámara aun no es lo suficientemente inteligente para saber cuando no la estoy usando y apagarse sola. No es como que espero que aprenda a hacerlo, pero a ver si sus hijas-versiones-posteriores lo hagan. Y es que no es primera vez que, teniendo todo preparado para adentrarme en mi cocina, con delantal puesto, ingredientes encima de la mesa, trípode y cámara al hombro, tengo la terrible decepción de que la cámara se ha quedado encendida mientras descargaba alguna que otra foto, y que no tiene las fuerzas suficientes ni para decirme “low… battery… help! … beep beep… (suspiro y apagado irreversible)”. Por suerte, mi todo terreno y veterano iPhone 3GS (si, aun sobreviven algunos ejemplares por la fauna telefónica) esta siempre cargado ya que el Patri se encarga de enchufarlo todas las noches. Por segunda vez, me salva la jornada ya que tiro de su cámara durante la preparación del plato mientras espero la batería de la otra, pero queda aun pendiente desarrollar algún mecanismo que me recuerde apagar la cámara o revisar su batería un par de horas antes de ir a cocinar…

Dia gris y lluvioso desde mi ventana.

Lo que os traigo hoy no puede ser mas idóneo para este día, una jornada fría, con ganas de nevar, avisando de este deseo con granizos esporádicos y ruidosos que alertan al transeúnte… Miro desde la ventana los toldos de edificios aledaños que se mueven a merced del viento, y a las madres con sus hijos a paso apresurado para llegar pronto a casa. Imaginaros que sois vosotros en esa odisea por llegar a casa, y que al llegar a ella un aroma intenso a canela y manzana os recibe al calor del horno encendido. ¡Es una tarta de manzanas recién hecha!





Me encantan los pie, de cualquier cosa, rellenos con cualquier fruta que se presente, aunque seguramente el mas sabroso es el pie de limón de mi mamá. Lo haremos en el blog, me dijo, lo que pasa es que aun nos separan unos miles de kilómetros… cuando venga a verme lo cocinaremos juntas. Para los novatos en el tema, un pie (o tarta) consiste en una masa a base de grasa y harina que se estira sobre un molde de hornear redondo y de poca altura, al cual se le agregan frutas (o verduras) para hornearlo todo junto. Cuando un pie se rellena de cremas o mousses, la masa se cocina previamente, se deja enfriar, y luego se rellena. La gracia de un pie es la masa. Debe ser delgada, crujiente, fácil de cortar, y tener una textura como hojaldre, pero mas consistente. La receta mas utilizada para la masa de pie es la masa brisa (brisée), y existen millones de blogs, libros y revistas clamando por la mas sabrosa e infalible receta. Lo cierto es que si bien los ingredientes son cuatro (harina, mantequilla, sal y agua) la técnica juega un rol esencial para evitar que la masa se ponga dura o pierda su elasticidad.



La receta que os propongo yo tiene la ventaja de desmarcarse un poco de la competencia de la mejor masa brisée y proponeros una masa sencilla a base de aceite (en vez de mantequilla) que se amasa fácilmente entre dos hojas de papel encerado y crea una costra crujiente y sabrosa para cualquier pie o tarta, sea dulce o salada. La idea es de mi mamá, que siempre le ha hecho el quite a la mantequilla en la cocina y ha preparado desde tiempos inmemorables una masa de harina y aceite, aunque las proporciones nunca se han registrado y por lo tanto son irreproducibles. La receta de esta masa en particular, la que llevo usando hace un par de años, es de aquí.

Sobre la preparación, es increíble cómo la mezcla de tan pocos ingredientes da un resultado tan sabroso, complejo e intenso. En cuanto a las manzanas, yo usé una mezcla de Granny Smith y Pink Lady (las que me parecieron más atractivas en la frutería), cortadas en gajos gruesos y mezcladas con azúcar moreno, canela y  un poco de almidón. Cortarlas en gajos gruesos permitirá que sigamos viendo trozos de manzana mas o menos enteros después de cocinar la tarta; gajos delgados hará que las manzanas se hagan puré durante la cocción, resultando en una perdida de textura. El almidón (maicena) hará que todo el líquido que saldrá de las manzanas cuando se estén cocinando se espese y combine con el azúcar y la canela para crear una rica salsa entre las manzanas. Veréis como en el horno el líquido comienza a hacer burbujitas y cuando sale pareciera que chorreará por toda la cocina, pero si lo dejáis reposar unos minutos, la salsa se espesará.

Con respecto a la masa, nada, muy simple, mezclar los ingredientes en el orden descrito y estirarla entre papel sulfurado para evitar que se pegue. La receta parece larga, pero es mas explicar la técnica además de apuntes de mi experiencia. Me gustó esta técnica, facilita bastante el traslado de la masa hacia el molde y el proceso de estirarla sin que se pegue a la superficie ni al rodillo.

Así que manos a la obra. Esta receta es SUPER fácil y no requiere de muchos ingredientes, por lo que os animo a probarla. Aparte, ¿quién se puede negar al olor y sabor de un  pie de manzana en estos días de frio y lluvia?

Apple Pie

30 MIN + 60 MIN HORNO | SÚPER FÁCIL

• 5 manzanas (yo utilicé 3 Granny Smith y 2 Pink Lady)
• 1 cucharada de zumo de limón
• 60 g de azúcar moreno
• 1 cucharada de Maicena
• 1 cucharada de canela

Para la masa

• 250gr de harina
• ¼ cucharadita de sal
• 100 ml de aceite de girasol
• 4 cucharadas de agua muy fría
• 1 Huevo batido y unas gotas de leche para pintar la masa
• 20g de azúcar moreno

1. Precalentar el horno a 180ºC
2. Preparar y enmatequillar un molde para tartas de 23cm aproximadamente.
3. Lavar, pelar y descorazonar las manzanas. Cortar en gajos gruesos, aproximadamente 16 por manzana.
4. Disponer las manzanas en un bol y agregar el zumo de limón, el azúcar moreno, la maicena y la canela. Revolver para que los ingredientes secos se impregnen de manera homogénea en las manzanas. Reservar.
5. Preparar la masa de la siguiente forma: en un bol, mezclar la harina y la sal. Agregar el aceite y, con ayuda de un tenedor (sin las manos, ya que añadimos mucho calor) incorporar el aceite hasta formar migas. Luego, agregar las 4 cucharadas de agua fría e incorporar en la masa. Al principio parecerá que el agua es mucha, pero seguid combinando que eventualmente termina tomando forma. Hacer una bola con las manos, tratando de tocar la masa lo mínimo posible.
6. Coger ¾ de la masa y disponerla sobre un trozo de papel sulfurado (o una superficie enharinada) ligeramente mas grande que el molde. Disponer otro trozo de papel del mismo tamaño encima de la masa y comenzar a estirar con ayuda de un rodillo hasta conseguir una circunferencia del tamaño del molde. Id despegando el papel cada cierto tiempo durante esta operación. Girad también la masa, despegar el papel inferior, y continuar estirando por este lado. Repetir la acción un par de veces.
7. Una vez conseguido el diámetro del molde, retirad el papel superior, y con mucho cuidado, trasladar la masa al molde. Mi método fue poner el molde sobre la masa, y cuidadosamente desplazar el conjunto hasta el borde de la mesa donde pude coger la masa por el papel inferior y girar el molde. La masa quedó sobre el molde, despegué el papel y acomodé los bordes.
8. Una vez la masa esta en el molde, disponer las manzanas de manera ordenada y compacta sobre la masa. Es importante que estén ordenadas y ocupen todo el volumen posible para que luego, al deshidratarse durante la cocción, no colapsen y se pierda volumen.
9. Una vez dispuestas las manzanas, estirar la masa restante siguiendo el procedimiento anterior y cortad trozos triangulares (o de manera libre) y disponerlas sobre las manzanas. Sellar la masa de los bordes con la masa de encima.
10. Pintar la superficie con la mezcla de huevo batido y leche. El resto del huevo batido se puede consumir en una tortilla.
11. Espolvorear la azúcar moreno sobre la masa
12. Hornear por 50 minutos o hasta que se aparezcan burbujas de líquido en el relleno. 
13. Activar el grill del horno y terminar de hornear hasta que la cubierta de la tarta quede dorada, unos 20 minutos.
14. Retirar del horno y dejar reposar 20 minutos antes de servir.

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