Me levanté esta mañana con dispuesta a meterme en la cocina para cocinar un rissoto. Los rissotos son esos platos que muy difícil alguien puede cocinar mal, mas que nada porque es amplio el umbral dentro del cual se puede considerar “comestible”. Si queda un poco duro, es porque te gusta “al dente”. Si se pasa mucho, es que te gusta “cremoso”. En realidad no hay perdida, es la manera mas fácil de cocinar arroz. Nada como un arroz que esta bueno cuando esta pegote, no hay que sufrir porque el arroz no quedó lo suficientemente graneado… qué alivio
Hoy me levantaba con ganas de eso, pero en la tarde llegó la verdura y, por primera vez, venía un manojo de espinaca. No espinaca de hojas súper grandes que se vuelven muy amargas para comer frescas- que por cierto, hubiese ido bien en un risotto, ni tampoco muy pequeñas como esas hojas de baby spinach que se ve en los supermercados, pero bueno, una espinaca de tamaño prudente para comer cruda en una ensalada y respetar y admirar así su color verde por un tiempo mas largo.
Aparte, necesito una ensalada. Mi descanso de la media maratón se ha alargado mas de la cuenta debido-en parte, a las lluvias y el frio que súbitamente se tomaron Barcelona los últimos días. Es como si las fuerzas incomprensibles que gobiernan los vientos y las mareas nos hubiesen dado el tiempo justo para entrenar y correr la carrera a temperaturas primaverales. La cosa es que llevo dos semanas sin siquiera ponerme la ropa de entrenar y me he pasado los días cocinando cosas dulces y comiendo barbaridades para ocupar esas horas que antes destinaba a correr, qué barbaridad. Así que necesito una ensalada y un nuevo objetivo deportivo que me saquen de este letargo y a la calle a entrenar. He dicho!
De lo primero, nos encargamos hoy. De lo segundo, me encargué ayer. Por tercer año consecutivo, correremos la Cursa dels Bombers con el Patri aquí en Barcelona, así que ayer por la tarde me tomé unos minutos y preparé mi súper plan de entrenamiento destinado a vencer la marca del año pasado. Objetivo definido, ahora a correr, no hay excusas.
Y de vuelta con la ensalada. Temí un poco en lanzarme a la aventura y comer SÓLO una ensalada a la hora de la comida, digo, con todo los carbohidratos que me he metido últimamente. Pero lo bueno que tiene esta ensalada de espinacas es que no es un plato del todo frío gracias a la adición proteínica del huevo. Un huevo frito que cae sobre una cama de espinacas con hojas suficientemente gruesas para resistir el calor del huevo y no colapsar, como pasaría con una lechuga, por ejemplo. Eso, sumado a unos piñones que daban el sabor cálido y crocante, unas “escamas” de pimiento rojo para dar frescura y unos cubitos de queso Feta (qué es una ensalada sin queso!) acompañaban un plato simple, pero bastante satisfactorio. La idea salió de una revista, lo mas probable, pero no puedo recordar de cual. Recuerdo que lo que más me sorprendió era lo de plantar un huevo frito sobre todo el conjunto, y sí que me alegro de haberlo probado porque asimilé la idea como si fuera mía y ahora cada vez que veo espinacas frescas mi mente las visualiza con un huevo frito encima.
A esta ensalada le va muy bien un toque ácido para contrastar la suavidad del huevo, así que aderezamos con una vinagreta de mostaza y miel, una combinación de sabores que le robo a la ensalada del bar donde trabajé unos años y de la cual siempre tengo una botella en la nevera para aliñar mis ensaladas. Aquí tuve que hacer un par de pruebas porque siempre la había hecho un poco al ojo. Asi que hoy jugué con las cantidades para compartir la mejor proporción con vosotros, aquella que da una vinagreta con el perfecto balance agridulce y la perfecta emulsión.
Espero que os guste la ensalada… ¿alguien se apunta a los planes deportivos?
Ensalada de Espinaca con Huevo y Vinagreta de Mostaza
4 personas | 20 minutos | FÁCIL
- 1 manojo de espinacas frescas (200gr aproximadamente)
- 100 gr de queso feta en cubitos
- ½ pimiento rojo
- 4 cucharaditas de piñones
- 4 huevos
Para la vinagreta
- 25 gr de miel
- 20 gr de mostaza Dijon
- 50ml de vinagre de vino blanco
- 35ml de aceite de oliva
-v
- Lavar las espinacas y escurrir hasta que queden bien secas. Lavar el pimentón y, con ayuda de un pela patatas o un cuchilla bien afilado, cortar láminas finas transversalmente.
- Tostar los piñones en una sartén hasta que suelten aroma y se doren ligeramente, unos 3 minutos.
- Para hacer la vinagreta, mezclar todos los ingredientes en una botella y agitar. Si no se dispone de una botella, mezclar vigorosamente con un tenedor o varilla hasta conseguir una emulsión homogénea.
- Montar la ensalada en los platos: poner un poco de vinagreta en el fondo del plato, luego un cuarto de espinacas y escamas de pimiento en cada plato. Distribuir los piñones y el queso feta por alrededor. Rociar un poco mas de vinagreta por encima.
- En una sartén con aceite caliente, freír uno a uno los huevos y disponerlos sobre la ensalada.
- Salpimentar a gusto y servir de inmediato
Ensalada con huevo... interesante.
ResponderEliminarme apunto al plan deportivo!
Yo también tuve mis reservas con el huevo frito, pero debo decir que la yema colándose por la espinaca y combinándose con la vinagreta está delicioso.
EliminarY bienvenid@ seas al plan deportivo ;)
Crei que el pimiento va incluído con la salsa de vinagreta, luego de leer entendí mejor la receta!!!!!!!
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