Mini Tartaletas de Caramelo de Plátano y Coco

Recuerdo de pequeña haberme quedado una vez mirando el reloj de mi papá mientras el segundero daba una vuelta entera y haber concluido que un minuto era mucho tiempo.

Ser conscientes del tiempo es una virtud de la niñez que perdemos a velocidad exponencial a la vez que lo vivimos. A los 85 años que tiene mi abuelo, la noticia de que Patricio y yo habíamos cumplido siete años de casados le sorprendió tanto que pude sentir a través del teléfono el vértigo que la noticia le produjo, como si fuera otra prueba más de unos minutos que se acortan y unos años que pasan demasiado rápido para mantener registro de ellos.

Ahora que Amandita está a días de cumplir un año, siento la velocidad con que va ella alcanzando los hitos importantes de su crecimiento,  y consiente de esto, yo intento de alargar lo más posible mis miradas en ella, cuando come, cuando juega, cuando la tengo en brazos al dormirla, como si haciéndolo pudiera sentir la dimensión de los minutos tal y como cuando era pequeña y miraba el segundero del reloj.

…Y para sacarnos el sabor nostálgico de las reflexiones anteriores, hoy toca postre.

Después de la cantidad de Jamie Oliver que he consumido por televisión, terminé comprándome uno de sus libros, el de “Las Comidas en 30 Minutos de Jamie”, un libro muy entretenido y aconsejable, con muchos trucos para montar cenas completas en poco tiempo (ni de broma en treinta minutos, eso sí). De aquí nace la receta que os comparto hoy, una SUPER idea para ocupar los plátanos maduros que os quedan por ahí en un postre que parecerá os llevó horas cocinarlo y que está delicioso. Lo único que realmente lleva tiempo en este pastel es hacer el relleno de banana, que Jamie basa en un postre inglés llamado Banoffee Pie, una especie de caramelo de banana. Este relleno lo ponemos sobre unas masitas cocinadas de tartaletas, y sobre ellas, una cucharada de leche de coco montada como nata,  porque nadie puede negar que el dúo banana-coco es siempre ganador. Si no tenéis leche de coco, podéis optar por la nata montada como lo hace Jamie, aunque el coco le da una ligeresa y aroma que complementa muy bien con el caramelo.

Me gusta la idea de las mini-tartaletas porque al comerlas, sientes en un bocado todo el sabor del relleno de plátano, la textura de la masa y la ligereza del coco en forma de espuma. Es un postre tan rápido de hacer y de tal resultado, que os lo recomiendo para vuestra siguiente necesidad de dulce, ya sabéis, cuando os pongáis a pensar en lo corta que se ha hecho la semana o lo rápido que crecen los hijos.

Disfrutad!

Mini Tartaletas de Caramelo de Plátano y Coco

40 MINI TARTALETAS | 15 MINUTOS | SUPER FACIL

• 2 plátanos muy maduros
• 100 ml de leche semidesnatada 
• 100 gr de azúcar muscovado (o moreno)
• 1 cucharadita de café soluble
• 1 cucharada de ron
• 40 mini-tartaletas 
• 200 ml de leche de coco fría
• Un plátano y ralladura de chocolate para decorar

1. Poner el azúcar en una sartén a fuego medio y dejar que se funda completamente, evitando que se queme. El muscovado tiene una textura más pastosa al fundirse, mientras que el azúcar moreno es más clara.
2. Por mientras se funde el azúcar, licuar los dos plátanos maduros con la leche, el café soluble y el ron.
3. Una vez fundido el azúcar, verter sobre la sartén la leche de plátano y revolver la mezcla rápidamente 
4. hasta conseguir una textura homogénea. El caramelo tenderá a solidificarse con el frío de la leche, pero seguid revolviendo que al coger calor nuevamente, se fundirá. Apagar el fuego y reservar.
5. Disponer las conchas de tartaletas en una superficie plana y verter una cucharada del caramelo en cada una. Dejar enfriar a temperatura ambiente unos 10 minutos.
6. Por mientras se enfrían las tartaletas, montar la leche de coco con una batidora eléctrica. La textura que alcanza la leche montada no es de picos duros, si no más bien espumosa. Una vez frías las tartaletas, cubrir con una o dos cucharadas de leche de coco sobre el caramelo. 
7. Decorar con trozos de plátano fresco y ralladura de chocolate. Mantener en la nevera hasta el momento de servir.

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