sábado, 23 de mayo de 2015

Ensalada de Brócoli con Salsa de Soja y Jengibre y Rollitos de Salmón


Ha pasado casi medio año desde la ultima entrada. La Amandita, que en ese entonces tenía tres meses, ha crecido hasta cumplir nueve, ha ganado unos 10 centímetros de altura, tres kilos más de peso, y ahora come frutas, verduras, cereales, pan, galletas (básicamente lo que le pongas en las manos), ríe todo el día, y duerme plácidamente toda la noche en su habitación. ¿Envidiable para algunos? Pues sí. Con el Patricio hemos dejado de contar nuestra realidad paternal con tanta excitación, después de darnos cuenta que esto está lejos de ser lo normal para otros padres que no duermen, no comen, o se tiran por la ventana en cualquier momento. Somos unos padres afortunados.

Pero no todo es color de rosas...




La Amandita no gatea. Tiene nueve meses, y hace más o menos dos meses atrás, la mamá (o sea yo) tuve la muy iluminada idea de alentarla en su manía de mantenerse de pié. Ella se entusiasmó rápidamente y desde entonces soy su esclava, su vehículo personal, llevándola de las manitos de un lado de la casa a otro, sin ella mostrar interés alguno por sentarse a jugar con sus juguetes, ni gatear. Yo le digo: “Amandita, aprende a gatear para que te puedas mover sola!” Pero entre gritos de desesperación por estar boca abajo y no poder moverse, logra agarrarse de mi pierna y ponerse de pié otra vez, mirándome con los ojos vidriosos y estirándome sus manitos para que continuemos el paseo por el pasillo de casa.  Mi espalda (y la de todos en la familia) duele de estar doblada todo el día, y sólo esperamos resignados y pacientes que la bebé comience a coger equilibrio y pronto camine solita… aunque eso abra otra caja de pandora inimaginable.

Y Mientras el bebé duerme, la madre cocina.



El plato que os presento hoy no tengo muy claro de dónde salió. Creo que fue un día que no tenía queso parmesano para ponerle a un brócoli que había preparado y la botella de salsa de soja estaba al alcance. O fue a partir de un salmón a la plancha con salsa de soya que acompañé con un poco de brócoli… podría ser. Lo cierto es que fue una evolución de un plato a otro, aportando con cada ingrediente un poco más de complejidad y sabor.


El secreto está en la salsa: una soja que condimentamos con jengibre y ajo, para dar un toque picante, pungente, y salado a un brócoli cocido al vapor lo justo para que quede crocante en su tallo. No os asustéis, el sabor es fresco, alegre y entretenido. La ensalada se puede comer tal cual con unas almendras tostadas que le aportan textura y contraste de colores, pero es también un perfecto acompañamiento para un salmón en cualquier versión. Yo he hecho en este caso unos rollitos de salmón ahumado y queso crema que van genial con la ensalada ya que el queso contrasta muy bien con los sabores fuertes de la salsa.


Hacer el plato completo no me tomó más de veinte minutos, aunque si hacéis los rollitos de salmón, os recomiendo hacerlos con una hora de antelación para darles tiempo de enfriarse en la nevera y facilitar el corte. De otra manera, se deforman con facilidad.
Pues aquí lo tenéis. Una cena rápida y deliciosa.


Ensalada de Brócoli con Salsa de Soja y Jengibre y Rollitos de Salmón.

30 MIN + 1 HORA DE NEVERA| 2 PERSONAS | FACIL

  • 500 gr. de brócoli
  • 1 diente de ajo
  • 1 cm de raíz de jengibre
  • ½ taza de salsa de soja (baja en sal, a poder ser)
  • 150 g de filetes de salmón ahumado
  • 2 cucharadas de queso crema a temperatura ambiente ç
  • 2 cucharadas de almendras tostadas, cordadas en láminas
  1. Preparar los rollos de salmón extendiendo los filetes sobre papel encerado. Con un cuchillo de pan, esparcir suavemente una capa fina de queso sobre el salmón hasta que quede completamente cubierto. Repetir la operación con los filetes restantes.
  2. Con cuidado, enrollar el salmón cuidando de que quede compacto y no suelto. Envolver los rollitos en el papel encerado y refrigerar una hora como mínimo.
  3. Una vez enfriado, sacar los rollitos de salmón de la nevera y cortar rodajas de dos centímetros de grosor. Descartar las puntas más feas y reservar.
  4. Para preparar el brócoli, cortar flores de unos tres centímetros de diámetro, haciendo un corte longitudinal desde la flor hacia el tallo tratando de aprovechar lo máximo del tallo posible. El resultado debe ser como unos pequeños árboles con tres o cuatro centímetros de tallo. De esta manera aprovechamos más de la verdura y damos una presentación más bonita.
  5. Cocinarlo al vapor por cinco minutos, o hasta que un cuchillo comience a traspasar el tallo. Retirar del fuego.
  6. Mientras el brócoli se cocina, preparar la salsa. Machacar en un mortero el diente de ajo y el jengibre hasta convertirlo en una pasta. Agregar poco a poco la salsa de soja y mezclar.
  7. Para servir, disponer la mitad del brócoli en cada plato y regar con la mitad de la salsa.  Repartir los rollitos de salmón sobre el brócoli, y acabar con una cucharada de almendras tostadas por encima.

-v

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