miércoles, 5 de noviembre de 2014

Tarta de Peras y Almendras


Han pasado un par de meses no en vano desde la última receta publicada en este blog. Desde entonces pasé de estar gorda a estar increíblemente gorda, a estar sólo lo normalmente gordita otra vez. Pasó el verano y con él la visita de mis padres, de mi abuela, de un par de primos y por supuesto, el evento que cambió mi vida por completo y que me llena de alegría: el nacimiento de de mi querida y hermosa hija Amanda.

Amanda ya tiene dos meses y puedo decir con cierta seguridad que nos vamos entendiendo poco a poco. En realidad, soy yo la que reconoce mejor los diferentes matices de su llanto y puedo responder a ellos con mayor acierto-  aunque mi respuesta sea siempre ofrecerle un teta. Funciona en el 99% de los casos.



No es sorpresa decir que mi vida después de su nacimiento ha cambiado en 180 grados. En un ir y venir del hospital, de repente me veo trabajando para un bichito que se comunica a través de berridos, que requiere de mi atención permanente y que a veces es lo suficientemente amable para dormirse y regalarme ventanas de una o dos horas para hacer otra cosa que no sea adorarla. Hay veces en que me siento tan abrumada por este preciado tiempo libre, que se me diluye haciendo cosas poco productivas, y cuando me doy cuenta, ya soy requerida otra vez por la patrona. No me malinterpretéis, si bien es lo mas extenuante que he hecho en mi vida, y aun sintiendo que me ha caído una década entera encima del cuerpo de los dolores que tengo en la espalda, el simple hecho de verla crecer y ser protagonista de sus sonrisas lo paga todo. Es así, la amo.


Una de las consecuencias de esta nueva realidad es la inmensa cantidad de horas que paso sentada- en el sillón, o en la cama, amamantando a mi bebé. En serio. Tened esto presente aquellas que me leéis y que estáis pensando en tener hijos y amamantarlos: cuando ya te has pasado un rato mirando a tu bebé comer, comienzas a aburrirte un poco y a buscar desesperadamente cosas que hacer en esa limitada posición. Las opciones son pocas: o lees o ves tele. De ahí que me ya he leído un par de libros, me he puesto al día con todas las series de principio de siglo, y sobre todo, me conozco todos los programas de cocina que dan en la tele. Me he vuelto fan número uno de Jamie Oliver y Gordon Ramsay, al punto de que sus recetas han influenciado notablemente mis comidas las últimas semanas. Ha estado bien, ver sus programas ha hecho que me den ganas de comer mas sano y variado, aunque esto signifique tener que levantarme por la mañana antes de que despierte la Amanda para poder preparar aquello que tengo en mente.



Es así como hoy quiero compartir con vosotros una tarta de peras que me hizo agua la boca mientras la veía en la tele y por la cual hice uso de toda mi capacidad de memoria visual para recordar sus ingredientes: obviamente, con un bebé en brazos no hay manera de apuntar nada. La receta es de una chef inglesa llamada Loraine que tenía un programa de cocina en Fox Life y que me llamó la atención porque me vi capaz de hacerla en uno de esos breves ratos en que mi Amanda duerme. Se trata de una tarta muy simple rellena de frangipane, una masa a base de almendras, mantequilla y huevo que al hornearse sube ligeramente para quedar como un relleno untuoso y aromático, como la textura de un panellet o un mazapán. Este frangipane complementa a la perfección con unas peras partidas por la mitad que otorgan frescura y aroma a la tarta. Como toque final, un poco de jengibre fresco rallado sobre las peras terminan de completar un conjunto sabroso de fruta fresca y almendras. Para la base he  utilizado una masa brisé pre-hecha que compré en el supermercado, pero si tenéis el tiempo podéis hacer la propia vuestra (aunque la comprada ya hace su tarea bastante bien). Sobre las peras, yo utilicé unas de la variedad Conference, pero podéis utilizar cualquiera otra con pulpa consistente.


La tarta fue un éxito bajo el escrutinio de mi amiga Jani, la mamá Gabriela, la primera amiguita de la Amanda. La disfrutamos mientras cada una cumplía con su obligación de madre entre platos de comida, cojines de lactancia, tetas y biberones. Espero que vosotros os animéis a hacerla: si un par de madres recientes han podido prepararla y comerla, no hay excusa para aquellos afortunados que contáis con algo tan simple pero tan preciado: tiempo.

Tarta de Peras y Almendras

6 PERSONAS | 30 MINUTOS | FACIL
  • 1 base de masa brisé sin cocinar de 18 cm. aproximadamente
  • 125 gr. de harina de almendras
  • 100 gr. de mantequilla sin sal- a temperatura ambiente
  • 80 gr. de azúcar 
  • 3 cucharadas de harina de trigo 
  • 1 huevo
  • 1/2 cucharadita de esencia de almendras (o amaretto) 
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
  • 3 peras medianas de la variedad conference
  • Zumo de medio limón
  1. Precalentar el horno a 180º
  2. Estirar la masa brisé en un molde de 18 cm. de diámetro, previamente engrasado. Mantener en la nevera mientras se prepara el relleno.
  3. Para hacer el frangipane: mezclar en un bol las harinas y el azúcar. Agregar la mantequilla y trabajar la mezcla con las manos hasta obtener una masa homogénea. Agregar el huevo, el jengibre y la esencia de almendras. Mezclar nuevamente con las manos hasta homogeneizar la masa.
  4. Pelar las peras, cortarlas por la mitad longitudinalmente y sacar el corazón. Si las peras son demasiado grandes, cortar en tres. Rociar con el zumo de limón para evitar que se oxiden.
  5. Para montar la tarta, sacar el molde de la nevera y vertir el frangipane en una capa uniforme. Disponer las peras sobre el frangipane, presionando la fruta para que quede lo mas hundida posible.
  6. Hornear la tarta por 30 minutos o hasta que los bordes de la masa estén dorados.
  7. Decorar con almendras laminadas y azúcar glas. Servir a temperatura ambiente.
-v





4 comentarios:

  1. Bienvenida devuelta sis! Se ve delicioso y definitivamente lo tratare ñami ñami

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  2. Guapa!!!! Hacia tiempo que no leia tu Blog... pero qué guapa es la pequeña Amanda.. Bienvenida Valentia al mundos de las mamás, bebes, y demás.... jejejeje. Disfruta a tope estos momentos, porque te aseguro (ya te lo habran dicho), pasa tan deprisa todo, que cuando menos te lo esperas tu bebe ya tiene 10 años (como mi niño, Arnau ya tiene 10 años), y ha sido un suspiro, tan rápido... tanto ... pero todo son etapas, todas muy bonitas y sobre todo conforme pasan las horas, los días.. te das cuenta que tu amor es cada vez más incondicional, más más más ... no se acaba nunca ese amor por un hijo, al contrario, crece cada segundo... Es maravilloso. Un beso Valentina. Muasssss, Virginia

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  3. Hola Valentina, hecho de menos tus recetas. Espero que puedas poner nuevas pronto.

    Un beso ;)

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