Una de las cosas que las madres primerizas desarrollamos con gran sensibilidad es la capacidad de absorber toneladas de páginas de toda literatura relacionada con bebés. Mirando un cómic en el Fnac, me di cuenta que mi mesita de noche lucía igual que la de aquella primeriza madre que ilustraba una viñeta: montones de libros sobre parto natural/sin dolor/sin sufrir, alimentación para tí y el bebé, yoga, pilates, meditación y cuidados de bebés apilados llenos de marca páginas, notas al pie y post-it. Es cierto, quizás una se siente tan desamparada ante tamaño acontecimiento, que nos refugiamos en la lectura con la esperanza de que aquello sea de máxima utilidad después del parto, aunque todos los libros concluyen, de manera más o menos explicita, con la contradicción de que, al final, “los libros- una vez nacido el bebé, no servirán de mucho”
La lectura de cualquier hora, tanto de Patricio como mía, estos últimos meses |
De este libro es la receta que comparto con vosotros. ¡Y tenía que darme prisa! Porque la temporada de cerezas es abundante pero corta, y la máxima de estos meses de primavera/verano es que hay que aprovechar de comer estas frutas lo máximo posible mientras duran.
Para los fans del gazpacho, esta es una receta que tenéis que probar. Y para los que no os gusta el gazpacho, esta también es una “sopa fría” que tenéis que probar. La combinación del pepino con el tomate y la guinda es suave y refrescante, especial para tomar de primero o como aperitivo en una reunión. Se puede jugar fácilmente con el espesor y la acidez jugando con el agua y el vinagre, y sólo necesita de un poco de sal y pimienta para condimentarse a la perfección.
Xavier Franco, el autor de la receta, acompaña el plato con un tártar de pan y avellanas demasiado complicado para mi. Yo en cambio, he hecho un preparado de queso crema, avellanas y perejil que dan cremosidad y textura al gazpacho y acompañan muy bien en el sabor.
Yo quedé muy contenta con el resultado, estoy segura que os encantará. Aprovechad que todavía hay cerezas en el mercado y poneros con la sopa, es tan fácil de hacer que seguro repetís más de una vez.
¡Que aproveche!
Gazpacho de Guindas con base de queso y avellanas
Adaptado de la receta de Xavier Franco del libro 40 Recetas para 40 Semanas30 MINUTOS + 24h ESPERA | 4 PERSONAS | FÁCIL
- 400 gr de cerezas sin hueso
- 200 gr de tomates maduros.
- 200 gr de pepino pelado
- 150ml de aceite de oliva
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
- 2 cucharadas de queso crema
- ½ taza de avellanas tostadas y picadas finamente
- 2 cucharadas de perejil picado
- Cerezas para decorar
- Para pelar y sacarles la semilla a los tomates. Para esto, lo mejor es lavarlos bien, hacer una cruz en la parte inferior y escaldarlos por un minuto, esto ayuda bastante a pelarlos con facilidad. Después de pelarlos, cortarlos transversalmente y con ayuda de una cuchara retirar las pepas y pulpa gelatinosa.
- Cortar en dados los pepinos, el tomate y combinar con las cerezas en un bol. Agregar el vinagre y el aceite. Combinar y dejar marinar en el nevera por 24 horas.
- Al día siguiente, triturar las verduras y colar para descartar la piel de las cerezas. Salpimentar a gusto. Agregar más vinagre si gusta más acido. Reservar en la nevera hasta el momento de consumir.
- Para preparar las bolitas de queso y avellanas, combinar el un bol pequeño el queso crema, las avellanas tostadas y picadas y el perejil. Con ayuda de dos cucharas dar forma a una cucharada de la mezcla hasta que esta se ponga mas o menos redonda. Reservar en la nevera hasta el momento de servir.
- Para la presentación, poner una bolita de queso y avellanas en un plato de sopa y verter suavemente el gazpacho. Decorar con guindas frescas y perejil. Servir frío.
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