Pastel de Naranja y Merengue con aromas de Otoño

Con cariño para mi hermana Loli en el día de su cumpleaños...

El único motivo por el cual uno se puede lanzar de lleno a las harinas y azúcares refinados es para preparar un pastel de cumpleaños. No hay otra excusa. Si alguien hace un pastel como este para “tener algo rico que comer en la tarde”, debería considerar salir a correr como mínimo 5 kilómetros antes o depues de hacerlo… eso, o tener un buen puñado de amigos ese día para repartir el pastel. Yo, justamente, sí que tengo una excusa para hacer el pastel. Y es que hoy es el cumpleaños de mi querida hermana, el regalo primaveral de la familia. Aunque se encuentre a unos cuantos de miles de kilómetros de distancia, quise aprovechar la oportunidad de hacerle un regalo a la distancia y celebrar desde Barcelona que mi hermana cumple un año mas. ¿Quién se lo comerá? En eso no he pensado aún. Espero que las fotos hablen por si solas y venga alguien a casa a celebrar conmigo.  ¿Alguien se me une a celebrar el cumpleaños de mi hermana?

A la chica le encantan los dulces. Más que lo salado. Cuando pequeñas,  mientras yo estaba probando la carne a pie de barbacoa con mi papá o abuelo, mi hermana estaba probablemente comiendo chocolate, una de sus debilidades. Chocolate y queso, nunca puede haber suficiente para ella. Y su leche con sabor a fresa!! Para los cumpleaños, mi mamá solía hacer un pastel riquísimo de milhojas y manjar que nos de-vo-rá-ba-mos cuando éramos pequeños. Era un pastel diferente que el del resto de los cumpleaños, que solía ser de bizcocho. Mi mamá preparaba la masa de milhojas artesanalmente, para luego cocerla y montar la tarta para sus cachorros. Hoy en día sigue siendo el pastel por definición de los cumpleaños en casa, y aunque la ardua tarea de la preparar la masa ha quedado en manos de máquinas industriales, el sabor de los pasteles de la mamá son ícono familiar de celebración.

Supongo que la chica no tendrá problema de encontrar un pastel a la altura para las celebraciones estando en Chile. El pastel que os presento hoy lo rescaté de una revista de Food and Wine del ’98, una de las tres o cuatro revistas que me traje de casa de mi hermano en Puerto Rico después de pasar una tarde entera con mi cuñada echando un vistazo a las recetas que escondían los más de 100 ejemplares que Ana tenía de esta revista, herencia de su madre, suscrita probablemente desde la edición número uno.

El pastel  llamó mi atención por la aparente simpleza de su preparación: un bizcocho especiado, un relleno de crema de naranja y una capa generosa de merengue para tapar el pastel.  Ahora, ya sabemos que preparar un bizcocho requiere cierta técnica, pero que ya está dominada desde el uso de la infalible receta de Julia Child que utilizamos en el pastel del papá.  Teniendo esto controlado, el resto es más fácil. Tanto en la elaboración de la crema como del merengue, lo que hay que controlar con más cuidado son los tiempos de cocción y evitar que se calienten más de la cuenta.

Vamos a usar muchos huevos. Para todo. Unos nueve en total. Y azúcar también. Pero el resultado vale la pena. Un bizcocho esponjoso con aromas de canela y clavos de olor que se envuelve gratamente con la sedosa textura de la crema de naranja. El merengue termina de dar un toque aromático y cítrico para hacer del pastel un bocado fino y lleno de sabor.

Espero que os animéis, al menos a preparar la crema de narnajas, que esta buenísima!! Ya veréis.

Pastel naranja y merengue con aromas de otoño 

8 PERSONAS | 3 HORAS + REPOSO | DIFICULTAD MEDIA

1 Bizcocho siguiendo la receta de explicada en el pastel de fresas con aroma de almendras, agregando a la harina:

• ½ cucharadita de canela en molida
• ½ cucharadita de jengibre en polvo
• ¼ cucharadita nuez moscada molida

Para la crema de naranja

• 3 huevos grandes
• 2 yemas de huevo
• ½ taza de azúcar
• ¼ taza de zumo de naranja
• 2 cucharadas de zumo de limón
• 2 cucharaditas de ralladura de naranja
• 2 cucharaditas de ralladura de limón
• 110gr de mantequilla sin sal

Para el merengue

• 2/3 taza de azúcar
• ¼ taza de agua
• 3 claras de huevo
• 1/8 de crémor tartar (o ¼ cucharada de vinagre blanco)
• 2 cucharaditas de ralladura de naranja

1. Comenzar preparando el bizcocho según las indicaciones de la receta, agregando a la harina la canela, el jengibre y la nuez moscada. Dejar enfriar como mínimo 6 horas antes de cortar y rellenar
2. Para la crema de naranjas, batir los huevos, las yemas el azúcar y los zumos de naranja y limón hasta obtener una mezcla homogénea y ligeramente espumosa. Agregar la ralladura de naranja y limón y combinar bien.
3. Traspasar a un cazo a fuego medio. Agregar la mantequilla, y revolver constantemente para integrar. Cocinar hasta que la mezcla se espese y palidezca, alrededor de 5 minutos, sin permitir que la mezcla hierva. 
4. Traspasar la crema a un bol y enfriar a temperatura ambiente por un mínimo de 2 horas. Trasladar a la nevera  refrigerar por un mínimo de 2 horas más (o por la noche) antes de utilizar.
5. Una vez el bizcocho y la crema están fríos y listos para montar, preparar el merengue.
6. Para preparar el merengue, batir las claras de huevo con el cremor tartar (o vinagre) hasta formar picos suaves, agregar una cucharada de azúcar y seguir batiendo hasta formar picos duros.
7. Calentar el agua y el azúcar en un cazo a fuego medio para hacer un almíbar. Cocinar hasta disolver completamente el azúcar y obtener un color ámbar claro, alrededor de 5- 7 minutos
8. Batiendo el merengue, agregar el almíbar en forma de hilo fino poco a poco, asegurando la incorporación en el merengue. El resultado debe ser un merengue mas duro y satinado.
9. Para montar el pastel, cortar el bizcocho en tres discos iguales. Esparcir uniformemente la mitad de la crema de naranja en un disco y tapar con el segundo. Esparcir la mitad de crema restante sobre el segundo disco y tapar con el tercero. Tapar la tarta con el merengue de manera irregular, como formando olas. Esparcir por encima la ralladura de naranja. Dejar reposar una hora antes de servir.

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