Sandiwch de Berenjenas para la Playa

¡Por fin de vacaciones!

No hay nada mejor que hacer en Barcelona durante el mes de agosto que salir de vacaciones. El calor es intolerable, la cuidad y los negocios parecen en pausa,  y después de casi siete meses desde el último parón largo (navidad), lo que apetece es dejar la oficina, incluso la casa, y migrar a zonas más frescas y naturales donde descansar.

Nuestra opción este verano fue a un pequeño apartamento en la provincia de Girona, a un par de horas de Barcelona. Emma y Sergi alquilan este espacio a través de Airbnb, el cual forma parte de una tremenda casa rural en medio de campos de cultivo y parches de bosque. Ellos viven en la casa también, y están haciendo un gran trabajo restaurándola para hacer un turismo rural sostenible. Nuestro apartamento es muy acogedor, rústico pero con todas las facilidades modernas. Para mi pesar, la casa no tiene horno, aunque Emma y Sergi me han dejado jugar con su horno solar... ya os mostraré las fotos. En la mañana despertamos mirando los arboles de las montañas de enfrente, escuchando pajaritos y uno que otro cerdo de la granja del costado. Justo lo que estábamos buscando.

La mañana de ayer decidimos hacer una excursión a las últimas playas del norte de Catalunya antes de llegar a Francia, la llamada Costa Brava, llena de playas pequeñas, de arenas gruesas y aguas cristalinas, interrumpidas entre ellas por rocas y acantilados, que dificultan su acceso y las mantienen más o menos libres de turistas y con ese aspecto tan de postal mediterránea.

Algo que me encanta hacer cuando voy a la playa, es preparar bocadillos para la hora de la comida. Eso o comer una paella, dependiendo del presupuesto. En mi casa, la tradición de los bocadillos de viaje (como los llama mi abuelo) está presente probablemente mucho antes de que nosotros hiciéramos nuestros largos viajes de vacaciones al sur de Chile. Los rellenos han sido múltiples durante los años, siendo la única consigna que éste se mantenga dentro de dos torrejas de un pan con una costra lo suficientemente gruesa para aguantarlo.

Es así como pasamos del simple pan de molde con queso y jamón dulce  de la niñez, a cosas más elaboradas como pasta de huevo con lechuga en baguette, o bocadillos de atún y pimiento en “pan sobao” puertorriqueño. Mi mamá también disfruta haciendo estos bocadillos para la playa, aunque sin duda el que más lo disfruta es el tata (mi abuelo).  Aquí en Barcelona, he hecho múltiples versiones de estos bocadillos de viaje- algunos de mis favoritos son:

• Berenjena asada, olivas, albahaca y queso feta en pan de coca
• Salmon ahumado, queso crema y lechuga (trocadero) en pan negro
• Tortilla de huevo y virutas de jamón con tomate y lechuga en baguette
• El típico de atún, mayonesa y tomate en pan integral con semillas

La receta que os presento aquí es del primero de todos, aprovechando la abundancia de berenjenas y albahaca en este tiempo del año. Se trata de un bocadillo contundente pero agradable al paladar, con unas berenjenas asadas (o salteadas) y un topping de olivas, ajo, albahaca y avellanas que si no te cuidas, te lo puedes comer a cucharadas.  El pan es importante también. Hay que escoger uno con una costra gruesa, ya que la berenjena cede mucho líquido, y sin mucha miga para que los sabores no se pierdan en tanto pan. Si bien mi primera opción es pan de coca tostado, encontramos este pan espardenya en la tienda que nos pareció gracioso. Por último, si no sois muy amigos del pan, os invito a probar la versión al plato, de las berenjenas calientes y el topping por encima. Esta igual de bueno.

Espero que lo disfrutéis. Es muy simple de hacer y el resultado es buenísimo. Se agradece sobre todo cuando estás bajo la sombrilla en una playa paradisíaca, sin mucha opción culinaria alrededor, y sólo hace falta abrir tu neverita, sacar un bocadillo y una cerveza para saciar el hambre y la sed.¡Ah! Los placeres del mediterráneo.

Sandwich de Berenjenas para la Playa

2 BOCADILLOS | 30 MINUTOS | FÁCIL

• 2 panes espardenya (o cualquiera de costra semi-gruesa y poca miga)
• 1 berenjena mediana
• 1 diente de ajo
• 4 cucharadas de olivas verdes (yo utilicé las rellenas de anchoa, unas 20 olivas)
• 3 cucharadas de avellanas tostadas
• 20 hojas de albahaca fresca
• 50gr de queso feta
• 1 tomate maduro
• Aceite de oliva
• Sal

1. Calentar una parrilla (o como yo en nuestra estancia de verano, una sartén grande)
2. Cortar la berenjena en discos de 2 cm de grosor, aproximadamente. Rociarlas con aceite y sal por ambos lados.
3. Sin poner aceite, disponer las berenjenas en la sartén. Cocinar por un lado alrededor de 4 minutos o hasta que estén doradas. Girar y cocinar por el otro lado. Retirar del fuego y reservar.
4. Para preparar el topping, picar el ajo y la albahaca finamente. Picar las avellanas en cuartos.
5. En una sartén caliente, añadir las avellanas y tostar por un minuto. Agregar a las avellanas una cucharada de aceite y el ajo picado. Freír otros 30 segundos. Sacar del fuego y agregar la albahaca. Revolver  y dejar enfriar por mientras se preparan las olivas.
6. Picar las olivas en rodajas gruesas. Agregar el queso feta desmigajado y revolver. Agregar la mezcla de avellanas y ajo. Revolver y reservar.
7. Para preparar los bocadillos, abrir los panes por la mitad y tostar ligeramente para endurecer la costra.
8. Cortar un tomate maduro por la mitad y refregarlo en las mitades tostadas. Rociar con aceite de oliva.
9. Disponer la mitad del topping de olivas y luego la mitad de las rodajas de berenjenas en una tostada. Tapar con la otra mitad de pan. Envolver en papel de plata y repetir la operación con el otro bocadillo.

Envolver en papel aluminio y meter en la neverita. Aguantan unas cuatro horas, dependiendo del grosor de la costra del pan.

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