sábado, 4 de mayo de 2013

Pesto de Cilantro y Almendras



Cuando viene gente a visitarnos a Barcelona, la logística alimentaria toma una de estas dos direcciones: o cocino como una loca para deleitar a mis ilustres visitas, o bien dejamos la casa para ir de ruta por todos los chiringuitos y restaurantes que para mí presentan mejor la oferta culinaria barcelonesa. ¡Pero que no se malentienda! no es que no quiera cocinar para los amigos y familiares que pasan por casa, es solo que a veces tiene más valor mostrarles esta ciudad a través de sus exquisitos bocados que apabullarlos con mis híbridos culinarios. Digo, no que estén malos mis híbridos culinarios, pero desde luego no representan la cocina local. Se podría decir que en general, si es una primera visita, trato de comer fuera con ellos lo máximo que pueda… dependiendo de lo llenos que estén los bolsillos, eso si.



Con mi amiga Eli fue todo fuera. Y mira que llovió. Pero nos las arreglamos para disfrutar de sitios bastante buenos donde comimos tapas, bocadillos guarros pero buenos, más tapas y comida de menú. Estos destinos nos permitieron hacer largos recorridos a pie por la cuidad (o al revés), caminando por Passeig de Gràcia, Portal de l’Angel, Les Rambles, el Port Vell. Hacía frio primaveral, y aunque estos caminos los hago frecuentemente para llegar a algún destino,  el recorrerlos en modo turismo es un placer que me permite apreciar la belleza de Barcelona y sentirme afortunada de vivir aquí.


Además, con Eli no era necesario que cocinara, porque los años de roomates que compartimos en Miami dieron bastante espacio para comidas caseras. Mi primera incursión en Thanksgiving fue con ella: organizamos una cena en nuestra casa para unas 15 personas (su familia incluida) donde cociné mi primer pavo al horno. ¡Qué nerviosa estaba! Todo salió perfecto, aunque es de agradecer que el hermano de Eli me salvara la vida después de tragarme un pequeño hueso del pavo… cosas que pasan en Thanksgiving. También cocinamos en modo supervivencia después que el huracán Katrina nos dejara sin luz ni agua por unas semanas. Teníamos una pequeña cocina de camping donde hicimos arroz pegote y a lo mejor algo con atún, aunque rápidamente buscamos asilo en casas con electricidad para comer decentemente.



Y después de casi ocho años sin vernos, Eli hizo un pequeño desvío de su viaje Europeo para venir a verme. Y me alegro que lo haya hecho. Teníamos tanto que recordar, tanto que contarnos y reírnos, que los días que estuvo se hicieron cortos. Parecíamos dos hurracas parlanchinas, Patricio duraba lo mínimo que requería el protocolo después de comer, para dejarnos a Eli y a mí ponernos al día de nuestras vidas y hablar de manualidades, decoración, alfombras, fotografía y paletas de colores- aquellos intereses que tenemos en común. En fin, una visita reconfortante y hermosa de una gran amiga y compañera.

Con Eli teníamos pensado cocinar algo juntas para el blog pero no nos dio tiempo. Habíamos comprado este cilantro para hacer un guacamole o pico de gallo, pero terminé rescatándolo yo cuando estaba a punto de estropearse unos días después de que marchase.

Sinceramente, después del guacamole, no hay NADA mejor que hacer con un ramo de cilantro que este pesto que os presento. En serio. La idea original es de Elise Bauer de Simply Recipes. Creo que fue la primera receta que utilicé de este blog hace unos cinco años, y todavía la uso para preparar diferentes platos, por ejemplo, añadir un poco de este pesto a un guacamole reemplazando el cilantro da otra dimensión de sabor y textura gracias a las almendras trituradas. También en un plato de pasta, diluyéndolo con un poco de agua de la cocción de la pasta. O como dip en un aperitivo mezclado con queso crema y servido con galletas. Una pasta versátil, simple de preparar, y que rápidamente pasa a la lista de ingredientes cotidianos. Ya veréis.



Tendría que haberle cocinado esto a Eli, que al final no comió ningún dia en casa…

Pesto de Cilantro y Almendras

1.5 TAZA | 15 MIN | FACIL
  • Un manojo de Cilantro (80gr aproximadamente)
  • 50gr de cebolla (1/2 cebolla mediana)
  • 60g almendras 
  • 75ml (5 cucharadas) de aceite de oliva
  • Una pizca de sal
  1. Lavar el cilantro y descartar los tallos más gruesos, conservando las hojas y los tallos secundarios. Secar con papel de cocina.
  2. Tostar las almendras hasta que suelten su aroma, unos cinco minutos. 
  3. Poner el cilantro, la cebolla troceada y las almendras en un vaso para triturar.
  4. Triturar la mezcla con el aceite hasta obtener una pasta homogénea. Salpimentar a gusto.
  5. Guardar en un contenedor hermético y refrigerar. Consumir dentro de dos semanas.
Formas de preparar: como un pesto de albahaca, puede ser preparado con pasta, en una ensalada con tomates frescos, con guacamole o como dip mezclado con queso crema.
-v



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