domingo, 10 de noviembre de 2013

Un año de Higos Figues: Pastel de Merengue con Lúcuma


¡Buf! Cómo pasa el tiempo. Y no lo digo como excusa por la poca actividad reciente del blog- aunque eso también. Es sino, porque amigos míos, Higos Figues cumple un año online. ¡Si! Un año de recetas e historias que comenzaron como la manera de transmitir apuntes culinarios a mi hermana, y que rápidamente se convirtió en mi hobby favorito. Supongo que 365 días, 48 recetas, mas de 15 mil visitas y una audiencia que incluye varios países de América y Europa, son un motivo para mirar hacia atrás y hacer una reflexión de lo que ha sido el blog en su primer año de vida.



Desde pequeña que me ha gustado escribir. Recuerdo que a los 8 años comencé a escribir un diario de vida que continué hasta entrado los veinte, cuando me di cuenta que esa reflexión personal periódica por escrito no me llenaba tanto como antes. Higos Figues ha sido, de alguna manera, una extensión de esa práctica pero con un propósito menos narcisista que va mas allá de la inmortalización de mis recuerdos: se trata también de transmitir cultura a través de uno de sus instrumentos más potentes: la cocina.  Es curioso ver cómo cada receta termina convirtiéndose en una historia que no siempre es premeditada. Esto es porque mi pasado, pero también mi presente tienen cosas que decir. Las críticas y comentarios de mis seguidores y amigos me han servido también para crecer y hacer lo que creo correcto en mi estilo y objetivos: que si me enrollo mucho, que si las historias son entrañables. He aprendido a llevar estas observaciones para que me ayuden a crecer sin perder la esencia del blog. O eso quiero creer.



Recordemos alguna de las cosas más entretenidas que han pasado en el blog:
  • El Especial de Navidad, fue sin duda una entrega muy popular que quiero repetir este año. Espero que me de tiempo; esos días los estaremos celebrando con mi familia en Puerto Rico varios acontecimientos, entre ellos, la boda de mi querida hermana. Os invito a revisar las recetas de este especial: los aperitivos, la carne, sus verduras y los postres están deliciosos. Fue en la receta de la carne con olivas de este especial cuando me olvidé por primera vez sacarle fotos al plato final, y tuve que obligaros a creer en la buena pinta que hacía una vez cocinado. Después de un año, aún no aprendo.
  • Cocinando con Amigos fue una secuencia de post donde algunos de mis queridos amigos me dejaron entrar a su cocina para compartir historias y comidas de sus casas. Es así como tuvimos la oportunidad de cocinar con el Uri, el Nachito y el Jose. También nos reunimos con mi amiga Ruth, pero cuando llegamos a su casa ya tenía mucho de la comida adelantada y la iluminación era muy tenue.
  • La visita a la cata de tomates de Joan Castellá fue una incursión periodística en Higos Figues que espero repetir.
  • Pasteles para celebrar hemos hecho unos cuantos. No soy particularmente dulce, por lo que me sorprende la cantidad de tartas que hay en la lista. La que ha tenido más éxito ha sido la de zanahoria con crema de coco, aunque la bizcocho con fresas, la tarta de otoño con naranja y el bizcocho de banana no os lo podéis perder.

Y bueno, como no podía ser, para el aniversario de Higos Figues también hacemos un pastel de celebración en toda regla. Se trata de una tarta que lleva la estampa de los dulces de mi infancia: la lúcuma. Consumí miles pasteles, chocolates, helados y otras tonterías con este sabor,  aunque no fue hasta adolescente que no tuve la oportunidad de comer la fruta fresca. Es curioso, pero es bastante común que la gente de Chile y Perú, países de donde esta fruta es endémica, no haya visto ni comido esta fruta en su versión fresca, no entiendo muy bien por qué.



A la lúcuma aún no le llega su momento de fama como le ha pasado a otras delicias americanas como el aguacate y el mango (digo, sin hablar del tomate y  las patatas) pero cuando esto ocurra, señores, el resto del mundo estará consumiendo helados de esta sabrosa fruta, de pulpa anaranjada y aterciopelada, dulce y consistente, como los chilenos y los peruanos hacen. Es una cosa de tiempo.


Por ahora, nos tenemos que conformar con los regalos de amigos que vienen a visitar desde tierras chilenas a los expatriados en Europa y que traen conservas de lúcuma a Higos Figues.


Quise aprovechar la oportunidad para preparar una tarta típica de Chile con unos merengues que ya tenía identificados en una pastelería del Raval, en Barcelona (justo en frente del MACBA). En Chile utilizan discos en vez de estos “besitos” de merengue seco, pero me las arreglé rompiéndolos un poco y utilizando un molde para darle la forma. Mezclé el puré de lúcuma con nata montada y armé mi tarta en un plis. He leído por ahí que este puré se puede encontrar en diferentes tiendas de comida latinoamericana. Si no la conseguís, intentad con fresas, moras, o cualquier otra fruta. Un puré hecho de dulce de membrillo aclarado con agua puede ser una buena opción otoñal. El resultado es una suave crema de fruta que empapa los duros merengues para dar un bocado dulce, eso si, pero lleno de sabor.



Espero que os guste. Os agradezco que sigáis leyendo estas líneas y que os guste lo que hago, yo disfruto cada comentario de vosotros. Este año que viene tenemos más recetas, especiales y reportajes esperando, así que no dejéis de visitar.


Un saludo grande, gracias una vez más por estar aquí.

Tarta de Merengue y Lúcuma

8 PERSONAS | 30 MINUTOS | FÁCIL
  • 400 gr de Merengues duros, secos
  • 400gr de puré de lúcuma u otra fruta de la estación
  • 500 ml  de nata para montar (fría)
  • Nueces y chocolate rallado para decorar
  1. Montar la nata con una batidora eléctrica hasta que forme picos duros. La nata se monta más fácil si esta fría, recién salida de la nevera.
  2. Haciendo uso de una espátula, incorporar en cuatro tandas el puré de lúcuma a la nata montada. Para mezclar, hacer movimientos lentos y envolventes para no licuar la nata. Reservar.
  3. Utilizando un aro de tarta o un molde circular de 25cm de diámetro, utilizar la mitad de los merengues para crear una base compacta. Si los merengues son muy grandes (como los míos, del tamaño de un puño) rompedlos un poco para que encajen en el molde. Cuidar de no romperlos mucho ya que al contacto con la nata, se remojarán demasiado y perderán su textura.
  4. Disponer la mitad de la nata en la base de merengues. Distribuirla homogéneamente, presionando ligeramente la nata para asegurar que no quedan espacios vacíos.
  5. Repetir la operación de los merengues con la mitad restante. Utilizar las manos para apretar los merengues ligeramente.
  6. Distribuir la otra capa de nata y nivelar. Decorar con chocolate rallado y nueces.
  7. Dejar reposar de tres a cuatro horas en la nevera antes de servir. 
-v


2 comentarios:

  1. Valentiiiiiinaaaaaa! ¿Me has guardado un trozo, no? más te vale, Vale, ¿¿vale??... jejejeje... ¡Muchísimas felicidades por este año y muchas gracias por cada entrega! Que sigamos cumpliendo muchos y comiendo muchas tartas con gusto a infancia!!! muacks!!

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  2. eeeeh a mí tampoco me dejaste probar! :'( anyway, Enhorabuena por el aniversario! no importa que sea un poco tarde ;)

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